ORIGINAL

 

Factores socioeconómicos y riesgo cardiovascular asociados al deterioro cognitivo en ancianos con enfermedad de Alzheimer: un estudio transversal*

 

Bruno Bordin Pelazza1, Gabriele Kachuba Bartle1, Dannyele Cristina da Silva1, Maicon Henrique Lentsck1, Carlos Alexandre Molena Fernandes2, Tatiane Baratieri1, Luiz Almeida da Silva3, Juliana Sartori Bonini1

 

1 Universidad Estatal del Centro-Oeste (UNICENTRO), PR, Brasil

2 Universidad Estatal del Paraná (UNESPAR), PR, Brasil

3 Universidad Federal de Catalão (UFCat), GO, Brasil

 

RESUMEN

Objetivo: Verificar la asociación entre deterioro cognitivo, factores socioeconómicos y riesgo cardiovascular en ancianos con enfermedad de Alzheimer. Método: Se realizó un estudio transversal con 75 ancianos con enfermedad de Alzheimer. Se realizaron pruebas de presión de pulso, riesgo cardiovascular, Mini-Examen del Estado Mental, Mini-Evaluación Nutricional y pruebas bioquímicas. Resultados: El 92% de los pacientes presentó deterioro cognitivo, con un promedio de tres años de escolaridad. Hubo predominio de mujeres (62,3%) y ancianos con dos o más comorbilidades (62,3%). La mayoría de los participantes tenía hipertensión arterial (65,2%), presión de pulso elevada durante el examen (85%), sobrepeso (49%) y riesgo nutricional (78%). El promedio diario de fármacos antihipertensivos fue de 2, siendo los bloqueadores de los receptores de angiotensina los más utilizados. Conclusión: La población estudiada presentaba riesgo cardiovascular aumentado. La consulta de enfermería fue importante para el reconocimiento de datos clínicos, como deterioro cognitivo, riesgo cardiovascular, riesgo nutricional y análisis bioquímico.

 

Descriptores: Enfermedad de Alzheimer; Evaluación de Enfermería; Hipertensión.

 

INTRODUCCIÓN

Cada vez más, los investigadores asocian la hipertensión arterial sistémica (HAS) con un mayor riesgo cardiovascular en pacientes con deterioro cognitivo y síndromes de demencia. Una de ellas es la Enfermedad de Alzheimer (EA)(1), enfermedad progresiva e irreversible con un inicio insidioso y que conduce a la desorientación espacial y la pérdida gradual de la memoria, inicialmente, de eventos recientes. Estas particularidades, asociadas a otros factores, potencian la EA(2). Como resultado de este proceso, el daño a las neuronas y sinapsis involucradas en la memoria, el aprendizaje, las habilidades visuoespaciales y otras funciones cognitivas conduce al deterioro cognitivo(2).

El sexo femenino es un factor de riesgo importante para la EA, y existe un interés creciente en investigar la aparición de la enfermedad en mujeres en Transición a la Menopausia (TM), independientemente de la mayor expectativa de vida. La TM puede manifestar algunos síntomas neurológicos, incluida la interrupción del estrógeno, como la termorregulación, los ritmos circadianos y del sueño, la depresión y el deterioro en varios dominios cognitivos. La alteración del metabolismo energético cerebral, debido a la ausencia de estrógenos, induce un estado hipometabólico asociado a síntomas neurológicos y cardíacos(3,4).

De las enfermedades crónicas no transmisibles, la HAS es el principal factor de riesgo modificable, lineal y continuo para las enfermedades cardiovasculares (ECV) y potencia el riesgo de daño en los órganos blanco(5). Los niveles elevados de presión arterial sistémica (PAS) pueden ser identificados durante las consultas de enfermería y a través de la técnica de medición indirecta utilizando un manguito adherido al miembro superior es considerado un factor independiente de riesgo cardiovascular(5).

No está claro cómo la HAS contribuye al desarrollo de la EA, aunque es un factor de riesgo para la demencia de inicio tardío en ancianos(1,2). La incertidumbre dificulta la construcción de parámetros para el control de la PAS en pacientes con EA. La escasez de estudios para comprender estos factores de forma longitudinal puede contribuir a las enfermedades.

Los componentes de la PAS cambian y aumentan progresivamente con el envejecimiento. Así, la Presión Arterial Sistólica (PS) y la Presión de Pulso (PP) son marcadores tempranos e independientes de riesgo cardiovascular(4). Los investigadores describen la PP como un nuevo biomarcador de ECV, resultante de la sustracción de la PS y la Presión Arterial Diastólica (PAD)(4,6).

En ese sentido, la variabilidad de los componentes de la presión, como la PP, tiene valor predictivo solo en pacientes con accidente cerebrovascular (ACV) y progresión de la EA(1). Los esfuerzos no solo se centran en reducir la PP(4), sino también en estabilizar la presión arterial y controlar el deterioro cognitivo(1,7).

Los estudios que investigan la variabilidad de los niveles de presión arterial con EA son limitados. Sin embargo, evidencia reciente ha demostrado que la alta variabilidad se asocia con lesiones cerebrovasculares, deterioro cognitivo acelerado e incidencia de ECV, con la ayuda del Mini-Examen del Estado Mental (MMSE)(7,8). En otras palabras, la medición de los componentes de la PAS, especialmente de la PP, utilizando el MMSE para estimar el deterioro cognitivo en ancianos con EA, puede ser implementada durante la consulta de enfermería(9).

Así, la consulta de enfermería, a partir de la sistematización del cuidado de enfermería, con énfasis en el cuidado del anciano en diferentes contextos, es una de las funciones del enfermero. Durante la formación teórico-práctica de los enfermeros, se mejora el razonamiento clínico en el envejecimiento y se instruye a los estudiantes para que respeten la Política Nacional de Salud del anciano. Además, se valora la calificación constante de los profesionales de la salud para incentivar el desarrollo de la docencia, la investigación y la extensión del proceso de envejecimiento(10).

El envejecimiento de la población es cada vez mayor a nivel mundial y nacional, lo que favorece un aumento de la esperanza de vida, siendo la EA una de las demencias más frecuentes. Por lo tanto, aunque existen políticas nacionales dirigidas al cuidado del anciano, en la práctica, los estudiantes y profesionales de enfermería generalmente no relacionan parámetros de PP como el riesgo cardiovascular, MMSE para estimar el deterioro cognitivo en la EA, Mini Nutritional Assessment® (MNA) para evaluación de riesgos(11), y análisis de laboratorio.

Esta evidencia motivó la búsqueda por comprender la siguiente pregunta: ¿existe relación entre deterioro cognitivo, factores socioeconómicos y riesgo cardiovascular en ancianos con EA?

Así, el presente estudio tuvo como objetivo verificar la asociación entre deterioro cognitivo, factores socioeconómicos y riesgo cardiovascular en ancianos con enfermedad de Alzheimer.

 

MÉTODO

Se realizó un estudio cuantitativo, descriptivo, transversal con ancianos≥ 60 años de edad con diagnóstico de EA y, debido a la pandemia de COVID-19, los ancianos fueron reclutados en casa y seleccionados de la demanda programada de la Asociación de Estudios de Investigación y Apoyo a los Enfermos de Alzheimer (AEPAPA) de Guarapuava-PR, Brasil, de enero a agosto de 2021.

Se siguieron las directrices internacionales Enhancing the Quality and Transparency of Health Research (EQUATOR), desarrolladas específicamente para informes de artículos científicos. Las directrices ayudaron a redactar el manuscrito con la información necesaria que debe incluirse en un informe de estudio transversal (lista de verificación STROBE: estudios transversales).

Se aplicaron criterios de inclusión a los 75 ancianos con EA leve o moderada, registrados en el Sistema Único de Salud (SUS) y en el Sistema Municipal de Salud de Guarapuava-PR, seguidos durante aproximadamente 12 meses en AEPAPA. Los pacientes estaban activos y estables. Entre los criterios de exclusión, 19 tenían restricciones por COVID-19, fallecieron durante la investigación o presentaron disfunciones visuales, auditivas y psiquiátricas que impidieron realizar las pruebas evaluativas.

La recolección de datos siguió el protocolo de bioseguridad frente al COVID-19 de la Secretaría de Salud del municipio y los participantes debían haber recibido al menos 2 dosis de la vacuna contra el COVID-19. Posteriormente, se realizó una consulta de enfermería individualizada, en la que se verificaron signos vitales, factores socioeconómicos, riesgo cardiovascular, número diario de antihipertensivos con las respectivas dosis y factores de estilo de vida. Además, se aplicaron los instrumentos MNA y MMSE, y se analizaron pruebas de laboratorio/bioquímicas.

La PAS fue medida por la técnica oscilométrica y siguió las normas vigentes de las Directrices Brasileñas de Hipertensión Arterial 2020(5). La HAS se definió como PAS ≥ 140x90 mmHg o < 140x90 mmHg utilizando uno o más fármacos antihipertensivos para controlar la presión arterial.

Se aplicó el MMSE, una de las pruebas más utilizadas y más estudiadas en el mundo para la evaluación de la función cognitiva, cuyo puntaje va desde un mínimo de cero, que indica el mayor grado de deterioro cognitivo, hasta un máximo de 30, que, a su vez, corresponde a la mejor capacidad cognitiva. Según la serie Cadernos de Atenção Básica - nº 19, esta puntuación varía según el nivel de instrucción del individuo y la presencia o no de demencia, definida por los siguientes puntos de corte para el cribado de los déficits cognitivos: analfabeto = 19; 1 a 3 años de escolaridad = 23; 4 a 7 años de escolaridad = 24, y > 7 años de escolaridad = 28(8).

La clasificación del estado nutricional se basó en el valor bruto del Índice de Masa Corporal (IMC). Sin embargo, para la etapa de la vida investigada, se definen dos puntos de corte diferentes en función del IMC (valores de IMC 22,0 y 27,0). El IMC se calculó a partir de la relación peso corporal total en kilogramos y la talla al cuadrado en metros. Las personas con IMC menor o igual a 22 kg/m², fueron clasificadas como bajas, con IMC mayor a 22 kg/m² y menor a 27 kg/m² como eutróficas, y con IMC mayor o igual a 27 kg/m² como con sobrepeso(11).

Para evaluar el estado nutricional de los ancianos con DA se utilizó el instrumento MNA, método validado que se considera estándar de oro para esta evaluación, ya que es fácil, no invasivo, indoloro, rápido y sencillo de aplicar si es realizado por un profesional capacitado. Este instrumento también puede estimar el IMC y otros criterios antropométricos para evaluar el estado nutricional(11,12).

Las variables edad, sexo y MMSE se consideraron características sociodemográficas. Este último evaluó el nivel de educación en años completos de educación formal. Además, se incluyó la escala MNA, cuya evaluación abarca la movilidad, si el paciente vive en su propia casa, cuántas comidas realiza la persona al día y qué tipo de comidas realiza la persona.

La extracción de sangre para exámenes de laboratorio/bioquímicos fue realizada en el domicilio del paciente por investigadores calificados, siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Brasileña de Patología Clínica/Medicina de Laboratorio, utilizando kits proporcionados por Gold Analyses Diagnostic. Los análisis descritos fueron realizados en equipo de bioquímica semiautomatizado CA 2006, fabricado por SHEL - Grupo B4B, en el laboratorio de la Universidad Estatal del Centro-Oeste (UNICENTRO).

Se dividieron dos grupos de pacientes: I – pacientes con deterioro cognitivo:78 ± 6,2años de edad, n = 68, y; II – pacientes sin deterioro cognitivo: 78 ± 6,9 años, n = 7.

Los datos fueron recolectados, resumidos y categorizados por el programa Microsoft Excel® versión 2021 (Microsoft Corporation, Redmond, Estados Unidos). Se realizó correlación con deterioro cognitivo estratificado por sexo, considerando la variable deterioro cognitivo como variable dependiente (o de salida) y las demás como variables independientes. Se aplicó la Regresión de Poisson para el procesamiento del análisis absoluto y relativo, calculando la razón de prevalencia y los respectivos intervalos de confianza. Un valor de p < 0,05 se consideró estadísticamente significativo en todos los análisis. El análisis de los datos se realizó utilizando el Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 22.0 (International Business Machines Corporation, Nueva York, Estados Unidos - IBM®).

Este artículo compone la tesis de posdoctorado titulada "Creación de una calculadora para la presión del pulso y su correlación con la escala de cognición en ancianos con enfermedad de Alzheimer", del Programa de Posgrado en Propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología para la Innovación (PROFNIT), en UNICENTRO, en sociedad con la Incubadora Tecnológica de Guarapuava (INTEG). El presente estudio cumplió con los preceptos éticos de la Resolución 466/12 y fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación de UNICENTRO, según dictamen n. 3.261.976/2019.

 

RESULTADOS

Entre los 75 encuestados, la edad media fue de 78±6 años. Hubo un mayor porcentaje de mujeres (62,7%). En cuanto a las enfermedades crónicas, las más prevalentes fueron la HAS (65%), la diabetes mellitus (DM) (36%) y el 48% presentaba dos o más comorbilidades. La prevalencia general de deterioro cognitivo fue del 92%. La mayor prevalencia de deterioro cognitivo se observó entre las mujeres (62%). El 85% tenía PP alta, el 49% sobrepeso y el 78% riesgo nutricional, según el instrumento MNA. En esta población, el uso promedio diario de antihipertensivos fue de dos tabletas, y la clase de medicamentos más utilizada fue la de los bloqueadores de los receptores de angiotensina (24%), como se muestra en la Tabla 1.

 

Tabla 1 - Características clínicas y sociodemográficas de los grupos de la Asociación de Estudios de Investigación y Apoyo a los Enfermos de Alzheimer. Guarapuava, PR, Brasil, 2021 (N=75)

Parámetros

Con deterioro cognitivo (N=69)

N               %

Sin deterioro cognitivo (N=6)

N              %

Población total (N=75)

N      %

Edad

Sexo

78 ± 6

 

43 62,3

26 37,7

78 ± 7

 

4 66,7

2 33,3

78 ± 6

Femenino

47 62,7

Masculino

28 37,3

HAS

 

 

 

 

 

45

65.2

4

66.7

49 65,3

No

24

34.8

2

33.3

26 34,6

Comorbilidades

 

 

 

 

 

Una

26

37.7

1

16.7

27 36

Dos o más

43

62.3

5

83.3

48 64

Presión del pulso

 

 

 

 

 

Elevada

59

85.5

5

83.3

64 85,3

Normal

10

14.5

1

16.7

11 14,7

IMC

 

 

 

 

 

Bajo o adecuado

35

50.7

3

50.0

38 50,6

Exceso de peso

34

49.3

3

50.0

37 49,3

MNA

 

 

 

 

 

En riesgo

54

78.3

4

66.7

58 77,3

nutrido

15

21.7

2

33.3

17 22,7

Antihipertensivo (d)

2 ± 1

1 ± 1

2 ± 1

BB

7

10.1

-

-

7 9.3

BRA

17

24.6

1

16.6

18 24

IECA

4

5.8

2

33.3

6 8

Diuréticos

13

18.4

1

16.6

14 18,6

Educación (años)

3 ± 2

4 ± 2

3 ± 2

MMSE

15 ± 4

24 ± 2

16 ± 5

HAS = Hipertensión arterial sistémica; IMC = Índice de masa corporal; MNA = Mini Nutritional Assessment; N = número de participantes; % = porcentaje; d = diario; BB = bloqueador beta adrenérgico; BRA = bloqueador del receptor de angiotensina; IECA = inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina; MMSE = Mini-Examen del Estado Mental. Los resultados de las variables continuas se expresaron como media ± desviación estándar, como proporción o porcentaje.

Fuente: Elaborado por los autores, 2021.

 

Se identificó una asociación estadísticamente significativa entre deterioro cognitivo y estar bien nutrido en el grupo femenino (p<0,05). Por lo tanto, estar bien nutrido, según la clasificación MNA, fue un factor protector para el deterioro cognitivo, tanto en el análisis crudo [RP 0,90 (IC 95% 0,83 - 0,98)] como en el análisis ajustado [RP 0,91 (RP 0,91) IC95% 0,84 - 0,99)], según la Tabla 2.

 

Tabla 2 - Correlación entre el deterioro cognitivo y el sexo en los pacientes de la Asociación de Estudios de Investigación y Apoyo a los Pacientes de Alzheimer. Guarapuava, PR, Brasil, 2021 (N=75)

Parámetros

Masculino

Femenino

RP bruta

(95%IC)

RP ajustada

(95%IC)

RP bruta

(95%IC)

RP ajustada

(95%IC)

HAS

 

 

 

 

No

1.00

1.00

1.00

1.00

0.89

1.07

1.06

1.06

 

(0,78 - 1,02)

(0,96 - 1,21)

(0,89 - 1,26)

(0,87 - 1,30)

Comorbilidades

 

 

 

 

Una

1.00

1.00

1.00

1.00

Dos o más

1.11

1.13

1.03

1.07

 

(0,97 - 1,26)

(0,97 - 1,33)

(0,90 - 1,20)

(0,92 - 1,24)

Presión del pulso

 

 

 

 

Elevada

1.00

1.00

1.00

1.00

Normal

0,92

0,95

1.06

1.06

 

(0,83 - 1,02)

(0,83 - 1,08)

(0,83 - 1,35)

(0,79 - 1,41)

IMC

 

 

 

 

Bajo o adecuado

1.00

1.00

1.00

1.00

Exceso de peso

1.10

1.01

0.96

0.97

 

(0,97 - 1,24)

(0,94 - 1,08)

(0,83 - 1,11)

(0,83 - 1,13)

MNA

 

 

 

 

En riesgo

1.00

1.00

1.00

1.00

Nutrido

1.22

1.24

0.90

0.91

 

(0,97 - 1,52)

(0,99 - 1,57)

(0,83 - 0,98*)

(0,84 - 0,99*)

HAS = Hipertensión Arterial Sistémica; IMC = Índice de Masa Corporal; MNA = Mini Nutritional Assessment; RP = Razón de Prevalencia; IC = Intervalo de Confianza; * = valor estadísticamente significativo (p<0,05).

Fuente: Elaborado por los autores, 2021.

 

La tabla 3 muestra la evaluación de los indicadores bioquímicos. Las variables alteradas, como la hormona paratiroidea (PTH) y la creatinina, se asociaron con deterioro cognitivo en mujeres (p<0,05). Entre los hombres, la probabilidad de experimentar un deterioro cognitivo fue mayor entre aquellos con lipoproteínas de alta densidad (HDL) alteradas [PR 2,98 (IC del 95 %: 1,18 – 7,54)].

 

Tabla 3 - Prevalencia de deterioro cognitivo, según las variables bioquímicas de los pacientes de la Asociación de Estudios de Investigación y Apoyo a los Enfermos de Alzheimer. Guarapuava, PR, Brasil, 2021 (N=75)

Parámetros

Masculino

Femenino

RP bruta

(95%IC)

RP ajustada

(95%IC)

RP bruta

(95%IC)

RP ajustada

(95%IC)

Albúmina

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterada

-

-

0.90

1.72

 

 

 

(0,73 - 1,10)

(0,96 - 3,07)

Cortisol

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

0.81

0,56

0.90

0.38

 

(0,61 - 1,08)

(0,15 - 2,13)

(0,75 - 1,09)

(0,12 - 1,19)

Hormona paratiroidea

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterada

0.80

0.19

0.90

0.41

 

(0,58 - 1,09)

(0,01 - 2,85)

(0,75 - 1,09)

(0,19 - 0,89*)

Calcio

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

1.16

3.27

0.90

0.50

 

(0,62 - 2,17)

(0,37 - 28,61)

(0,75 - 1,09)

(0,23 - 1,10)

Vitamina D

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterada

0,93

1.43

1.14

1.29

 

(0,54 - 1,59)

(0.32)

(0,88 - 1,48)

(0,86 - 1,95)

Insulina

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterada

-

-

0.90

-

 

 

 

(0,75 - 1,09)

 

Colesterol

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

1.00

0,64

0.85

0.81

 

(0,60 - 1,65)

(0,21 - 1,95)

(0,63 - 1,16)

(0,54 - 1,22)

Creatinina

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterada

0.71

0.70

1.16

1.92

 

(0,44 - 1,14)

(0,20 - 2,42)

(0,86 - 1,57)

(1,06 - 3,48*)

Urea

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterada

0.80

0.88

-

-

 

(0,58 - 1,09)

(0,27 - 2,85)

-

-

HDL

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

1.25

2.98

0.83

-

 

(0,91 - 1,70)

(1,18 - 7,54*)

(0,58 - 1,19)

 

LDL

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

0,93

-

1.12

-

 

(0,54 - 1,59)

 

(0,89 - 1,41)

 

Triglicéridos

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

1.07

-

0.80

-

 

(0,62 - 1,82)

 

(0,51 - 1,21)

 

TSH

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

1.80

-

-

-

 

(0,44 - 7,30)

 

 

 

VDRL

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

1.50

-

0.83

-

 

(0,85 - 2,62)

 

(0,58 - 1,19)

 

Vitamina B12

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterada

1.07

-

1.50

2.02

 

(0,62 - 1,82)

 

(0,67 - 3,33)

(0,91 - 4,50)

Hierro

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

1.80

-

0.90

-

 

(0,44 - 7,30)

 

(0,73 - 1,10)

 

Glucosa en sangre

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterada

1.33

-

0.90

-

 

(0,58 - 3,06)

 

(0,73 - 1,10)

 

Leptina

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterada

2.00

-

0.80

-

 

(0,75 - 5,32)

 

(0,51 - 1,24)

 

AST

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

0.90

 

0,94

 

 

(0,59 - 1,10)

 

(0,78 - 1,19)

 

ALT

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

0.80

 

0.90

 

 

(0,58 - 1,09)

 

(0,75 - 1,09)

 

Potasio

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

0.81

-

-

-

 

(0,61 - 1,08)

 

 

 

Sodio

 

 

 

 

Normal

1.00

1.00

1.00

1.00

Alterado

0.81

 

0.88

 

 

(0,61 - 1,08)

 

(0,70 - 1,12)

 

HDL = Lipoproteína de alta densidad; LDL = Lipoproteína de baja densidad; TSH = Hormona estimulante de la tiroides; VDRL = Venereal Disease Research Laboratory; AST = Aspartato Transaminasa; ALT = Alanina Aminotransferasa; RP = Razón de Prevalencia; IC = Intervalo de Confianza; * = valor estadísticamente significativo (p<0,05).

Fuente: Elaborado por los autores, 2021.

 

DISCUSIÓN

Durante años, las mujeres constituyen constantemente dos tercios de las personas que viven con AD, independientemente de la edad y el origen étnico. Así, la prevalencia de mujeres con edad avanzada en la sociedad es mayor que la de los hombres y, en consecuencia, pueden desarrollar EA con mayor frecuencia(3). Además, la tasa de mortalidad más alta también se da entre las mujeres. Esto se debe a que los hombres tienen mayores tasas de comorbilidades asociadas y mortalidad temprana por ECV, mientras que las mujeres tienen una mayor esperanza de vida, con un mayor deterioro funcional y hormonal en etapas posteriores de la vida. Estos datos corroboran esta investigación, en la que la mayoría de las mujeres (62%) tenían edad avanzada, con una edad media de 78 años.

Aunque los síntomas de la EA de inicio tardío generalmente aparecen hasta los 70 años, la EA aparece durante la fase prodrómica (preclínica), cercana a la menopausia, aproximadamente a los 50 años(3). Debido a la complejidad de la MT, los ensayos clínicos que examinan la efectividad de las intervenciones basadas en estrógenos, las intervenciones farmacológicas y las intervenciones en el estilo de vida se beneficiarían de la estratificación por sexo en lugar de investigar una población femenina heterogénea.

Los estudiosos describen que aproximadamente el 70% de los casos de EA se pueden atribuir a la genética. Sin embargo, factores asociados a enfermedades cerebrovasculares y de riesgo cardiovascular (HAS, DM, obesidad y dislipidemia) aumentan el riesgo de desarrollar EA(2).

Evidencia científica importante de una revisión sistemática y un metanálisis sugirió que al menos 10 factores de riesgo están asociados con la EA, incluidos SAH, DM, hiperhomocisteinemia, control inadecuado del IMC, educación reducida, hipotensión ortostática, traumatismo craneoencefálico, menor actividad, deterioro cognitivo, estrés y depresión(13). La población de este estudio presentó factores de riesgo similares que pueden estar asociados con el deterioro cognitivo en ancianos con EA, lo que corrobora el estudio anterior.

La progresión y falta de control de la HAS puede desarrollar un deterioro cognitivo en personas con edad avanzada. Esta patología provoca cambios en las paredes vasculares, hipoperfusión, isquemia y, en consecuencia, hipoxia cerebral. La isquemia cerebral provoca una concentración excesiva de la Proteína Precursora de Amiloide (APP) y Beta-amiloide (Aβ), que fisiológicamente juegan papeles importantes en la homeostasis cerebral, lo que puede causar disfunción en la barrera hematoencefálica, evento asociado a la génesis de la EA(2).

De los pacientes con EA en este estudio, el 65% tenía hipertensión, y cuando se controlaron los niveles de PP, el 85% tenía valores elevados.Un estudio mostró que hombres y mujeres con PP ≥ 50 mmHg tenían un aumento doble en el riesgo/eventos cardiovasculares futuros, incluso cuando se descartaron otros factores de ECV(4,14), los 59 pacientes del grupo I con deterioro cognitivo y cinco del grupo II sin deterioro cognitivotenía una PP alta. De los 75 pacientes con EA evaluados, 64 presentaban factores de riesgo cardiovascular. La terapia antihipertensiva reduce la morbilidad y mortalidad cardiovascular en pacientes con hipertensión. Sin embargo, los grupos I y II utilizaron uno o más fármacos antihipertensivos, lo que fue insuficiente para controlar sus niveles de presión arterial(4).

Estudios epidemiológicos describen a la DM como un factor de alto riesgo cardiovascular en el desarrollo de la EA. Se sugieren algunos mecanismos para esta asociación, que incluyen resistencia a la insulina y deficiencia de insulina, receptores de insulina alterados, toxicidad por hiperglucemia, efectos adversos debido a productos finales de glicación avanzada, daño cerebrovascular, inflamación vascular y otros(15). La DA puede ser incluso más alta de lo estimado a medida que la prevalencia mundial de DM continúa aumentando. Los pacientes diabéticos en este estudio representaron el 35% de la muestra total, lo que puede caracterizar un mayor riesgo de desarrollar EA. Además, las condiciones relacionadas con la DM, como la obesidad, el sedentarismo, la HAS, la dislipidemia, la hiperinsulinemia y el Síndrome Metabólico (SM), también pueden ser factores de riesgo cardiovascular para la EA(2,15).

El SM es una enfermedad de la población moderna, asociada a la obesidad debida a una alimentación inadecuada y al sedentarismo. Tener tres o más factores de riesgo cardiovascular (HSA, triglicéridos altos y HDL bajo) es un signo de resistencia a la insulina. De los pacientes de esta investigación, el 65% presentaba hipertensión arterial, con triglicéridos medios superiores a 154 mg/dL y HDL inferior a 40 mg/dL, y una asociación significativa entrevarones con deterioro cognitivo y HDL alterado [RP 2,98 (IC 95% 1,18 – 7,54)]. La mayoría de las personas con SM se sienten bien y no presentan síntomas. Sin embargo, corren el riesgo de desarrollar enfermedades graves, como ECV y DM(2,15,16).

Persiste la controversia sobre las asociaciones entre el IMC y el riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Según un metaanálisis(16), la obesidad (IMC ≥ 30 kg/m2) es un factor de riesgo significativo e independiente de EA. Casi la mitad de los pacientes del grupo I (49,3%) tenían un IMC cercano a 30 kg/m2. La progresión del sobrepeso a la obesidad aumenta el riesgo de demencia. Además, tener sobrepeso no se relaciona con estar bien nutrido ya que el 78% de los pacientes del grupo I estaban en riesgo nutricional, según el instrumento MNA, y, sin distinguir sexo, el 77% de la población encuestada también tenía riesgo o dieta adecuada.

Sin embargo, el bajo peso de los ancianos (IMC < 20 kg/m2) también se asocia con un mayor riesgo de demencia y sarcopenia. La pérdida de peso ocurre simultáneamente con otras comorbilidades a edades más avanzadas y puede incluso preceder al inicio de la demencia en 10 años(2,17). Del 50,7% de los pacientes con deterioro cognitivo del grupo I se encontró bajo o adecuado peso, y el 62% presentaba dos o más comorbilidades indicativas de problemas de salud.

Como resultado de esta investigación, hubo una asociación significativa entre el deterioro cognitivo y estar bien nutrido para las mujeres. Es decir, estar bien alimentado, según la clasificación de la MNA, era un factor protector para el deterioro cognitivo. Durante la consulta de enfermería, tanto el estudiante de enfermería como el enfermero profesional, además de medir los signos vitales, realizar exámenes físicos, aplicar escalas y recolectar información de exámenes de laboratorio, pueden asesorar sobre el uso de algunos componentes de la dieta que son esenciales para protección neurocognitiva, como ácidos grasos (aceite de pescado), antioxidantes (vitaminas E y C), frutas y verduras, vitaminas B6, B12 (cobalamina) y folatos, además de la restricción calórica(18).

La evidencia encontró una asociación entre la PTH y el deterioro cognitivo en mujeres, y esta asociación fue discutida en un estudio de cohorte prospectivo(19). En una cohorte prospectiva de 988 hombres suecos, las concentraciones alteradas de PTH fueron significativas cuando se asociaron con el riesgo de demencia vascular (41 % de aumento en el riesgo). Sin embargo, no hubo asociaciones que implicaran el riesgo de EA u otras demencias(19). Otro estudio más reciente indica que concentraciones más altas de PTH no están asociadas con la EA(20). Por lo tanto, los hallazgos de nuestra investigación provienen exclusivamente de pacientes diagnosticados con EA, siendo la PTH un factor protector para las mujeres [PR 0,41 (95% IC 0,19 - 0,89)].

La asociación de la creatinina con el deterioro cognitivo encontrada en este estudio puede corroborar otro hallazgo(21) [RP 1,92 (IC 95% 1,06 – 3,48)], que ajustó las apolipoproteínas con la creatinina e identificó valores significativamente más altos en el grupo con EA en comparación con el grupo de control. De esta forma, existe un mayor riesgo de ECV al potenciar el metabolismo de los triglicéridos a través de efectos aterogénicos.

Las limitaciones de este estudio pueden ser específicas de los 75 ancianos de AEPAPA en la Región Centro-Oeste de Paraná, Brasil. Por lo tanto, se sugiere la expansión en otros territorios. Otra limitación puede estar relacionada con el diseño de investigación transversal con las restricciones inherentes a este método. Además, se menciona que algunos pacientes examinados tenían elevaciones agudas en los niveles de presión arterial debido al estrés durante la medición. Por lo tanto, los participantes del estudio usaron varias clases de medicamentos antihipertensivos, que no redujeron efectivamente los niveles de presión arterial.

 

CONCLUSIÓN

La PP elevada se considera un marcador independiente de mortalidad cardiovascular. Así, el 85% de la población estudiada presentaba factores de riesgo cardiovascular elevados. Además, los resultados demostrados en este estudio constituyen la mejor evidencia disponible en el escenario brasileño al relacionar los parámetros de PP con el riesgo cardiovascular, aplicación del MMSE para estimar el deterioro cognitivo en la población con EA, aplicación del instrumento MNA para la nutrición evaluación de riesgos y análisis bioquímicos durante la consulta de enfermería.

Nuevos estudios que verifiquen las diferencias entre sexos pueden avanzar rápidamente en la detección, tratamiento y atención de la EA en aspectos clínicos. La recopilación de datos prospectivos puede usarse para describir el impacto de estas variables en el deterioro cognitivo.

 

RECONOCIMIENTO

Agradecemos a la Asociación de Estudios de Investigación y Apoyo a los Enfermos de Alzheimer (AEPAPA) el permiso para llevar a cabo esta investigación.

 

CONFLICTO DE INTERESES

Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.

 

SOPORTE FINANCIERO

Bolsa de iniciación científica da Fundación Araucaria. Iniciación científica desarrollada en la Universidad Estatal del Centro-Oeste (UNICENTRO).

 

*Manuscrito es un extracto del estudio posdoctoral: “Creación de una calculadora de presión de pulso y su correlación con la escala de cognición en ancianos con enfermedad de Alzheimer”. Propiedad Intelectual y Transferencia de Tecnología para la Innovación (PROFNIT) en alianza con la Incubadora Tecnológica de Guarapuava (INTEG), Universidad Estadual do Centro-Oeste (UNICENTRO), Guarapuava, PR, Brasil.

 

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Fecha de recepción: 06/12/2021

Fecha de aceptación: 25/03/2022

 

CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

Concepción del proyecto: Bonini JS

Obtención de datos: Bartle GK, Fernandes CAM

Análisis e interpretación de datos: Bartle GK, Silva DC, Fernandes CAM

Redacción textual y/o revisión crítica del contenido intelectual: Silva DC, Lentsck MH, Fernandes CAM, Baratieri T, Silva LA

Aprobación final del texto que será publicado: Lentsck MH, Fernandes CAM, Baratieri T

Responsabilidad por el contenido del texto, garantía de exactitud e integridad de cualquier parte de la obra: Lentsck MH

 

 

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